EL FRACASO DE LA ESCUELA
“Descolarización y organización de las redes del saber”
La
escuela es considerada un centro institucional de sabiduría. Sin embargo, la
mayor parte de lo sabemos lo aprendemos de afuera, sin ningún maestro porque
todos aprendemos a vivir, hablar,
pensar, sentir, etc., fuera de la escuela.
Es
por eso, que el docente no ha podido fomentar ni aumentar el aprendizaje en los
pobres, porque todo lo que aprenden no suele ser del todo bueno y peor aún a
sus padres no les preocupa que aprendan sino solo que vayan al colegio.
A
raíz de esta situación, las investigaciones aluden que los niños aprenden más
en la calle que cuando sus maestros pretenden enseñarles. Sin embargo, la
escuela crea trabajos para los maestros, independientemente de lo que aprendan
sus alumnos.
Es
por ello que un verdadero centro educativo deberá proponer tres objetivos:
·
Los que desean aprender se les deberá otorgar
acceso a diferentes fuentes de información.
·
Impartir conocimientos adquiridos.
·
Expresión de opinión pública
Ahora
bien las metas de cada institución no deben recaer solo en el director o
profesores, sino deben iniciarse con la pregunta: ¿Con qué tipos de personas y
cosas se pondrán en contacto aquellos que desean aprender?
Para ello se pueden colocar asesores e
inclusive recursos adicionales como:
Servicios de referencia respecto a
objetos educativos, de búsqueda de compañero,
de educadores independientes y lonjas de habilidades.
EL PROFESOR Y LOS MEDIOS
INFORMATIVOS EN UNA CLASE NO DIRECTIVA
La
educación está basada bajo la idea de la superioridad del maestro, el popular
maestro, que lo conoce todo. De allí su
radica que la enseñanza mata el aprendizaje.
Esto
se debe a que el docente expresa su saber de manera expositiva es decir da
clases magistrales, a este tipo de
clases se le considera educación no directiva y no didáctica.
Sin
embargo, hay ocasiones en que el docente logra fomentar una actitud positiva en
el alumnado y pueden ellos demostrar sus cuestiones y saberes, evitando
así el “complejo de superioridad” que
puede tener el docente respecto a sus
alumnos.
Ahora
bien, el profesor puede sacar provecho respecto a su saber intelectual,
generando actitudes críticas y esto fomentará que sus alumnos puedan realizar
interrogantes respecto a lo que él conoce y sabe.
Por
otra parte, en una clase suele haber grupos familiarizados por afinidad u otra
cosa, donde en cada grupo siempre suele haber un líder y nunca falta un experto
“erudito”. Es allí donde se establece la ambivalencia del status del experto.
La
ambivalencia reside en que haya ocasiones en que se le otorgan el status de
prestigio de admiración, a aquel que
pueda dar solución al problema, y que eso ocasione que siempre se quiera
depender de esa persona que es digna de admiración por lo que hace. Sin embargo
esto puede generar resentimiento entre el líder y el experto.
Es
por eso, que el docente no debe perder el status dentro del grupo, ni tampoco
dar a conocer que él lo sabe todo, sino hacerlo de manera moderada. Es así que
el docente puede realizar una enseñanza ocasional, un tipo verdadero de
educación no directiva, otorgándole a cada grupo lecciones de temas que pueden
trabajarse en clase y que ellos decidan sobre que se hablara en clase.
Por
lo tanto, el docente deberá improvisar de manera inteligente para responder las
interrogantes y cuestionamientos de sus alumnos cuando estos elijan el tema.
EDUCACIÒN Y CONCIENCIA
Hoy en día es importante
resaltar la deficiencia cuantitativa y cualitativa de la educación. Estas
deficiencias son un obstáculo para el desarrollo de país, siendo muy difícil
crear una sociedad democrática para evitar así el “estado de ignorancia” en las personas.
El estado de ignorancia
se considera así a aquellas personas que no participan, que no
expresan sus ideas libremente, es decir que no fomentan una participación
critica digno de admiración para sociedad democrática ideal.
En el círculo de cultura
se instituye los debates entre grupos donde se realiza entrevistas con el fin
de querer saber de quieren debatir en clase. Uno de os resultados obtenidos fue
la preocupación hacia la alfabetización existentes en los adultos mayores. Esta
alfabetización que se centra más a la democratización cultural, es decir en que
el adulto por razones culturales deba aprender a leer y escribir y que pueda
ser luego un agente de desarrollo.
Sin embargo la
alfabetización no solo debe ser visto así, sino como el hombre capaz de poder
relacionarse con su medio ambiente, como el hombre que vincula lo que se les
enseña en clase con su entorno cultural. De allí radica la importancia que se
alfabetice personas tomando en cuenta su contexto social y hacer méritos a sus
ideas o experiencias cotidianas para que puedan aprender rápido. Es así que se
podrá fomentar una concientización crítica a partir de la representación de las
cosas que hay en su contexto social.
Entonces la conciencia
crítica se basa en lo empírico, las experiencias cotidianas. En cambio la
conciencia ingenua se cree superior a
los hechos y juzga según le agrada. Mientras que la conciencia mágica no
considera superior a los hechos sino simplemente le otorga un valor superior
respecto a lo que teme de afuera, denominándose a ese temor idealizado
“fatalismo”.
Es por eso que se debería
optar por un proceso de democratización y que sea la educación capaz de
colaborar con esta organización reflexiva de pensamiento de la realidad,
basándonos en una conciencia crítica y dejando de lado la realidad ingenua,
imaginaria.
Entonces es el dialogo
que comunica nuestras necesidades y genera críticas. Es por eso que el aprendizaje de la escritura y de la
lectura deben ser la llave de la alfabetización
y una forma de introducirnos al mundo de la comunicación, y poder así
introducir el término cultura en las personas en los debates de grupo, ya que
todo debate es sumamente crítico , ideal
para la formación de una sociedad democrática.
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